Panel repujado de aluminio, "El dragón y la perla"

Inspirándose en mitos antiguos, Thiva Boonnak retrata con exquisito detalle en repujado de aluminio un dragón sosteniendo una perla. Se creía que las perlas eran lágrimas de la luna, y algunas eran tragadas por las ostras, algunas estaban custodiadas por dragones y otras eran otorgadas a quienes las necesitaban, como en la historia de un niño llamado Xiao Sheng. Encontró una perla mágica que parecía multiplicar todo lo que había a su alrededor. Aunque Xiao Sheng compartió sus regalos con el resto de los aldeanos, algunos exigieron que se compartiera la perla. El niño se lo tragó y tuvo tanta sed que se bebió toda el agua del río y luego comenzó a convertirse en un dragón. Todos reconocieron la perla como la legendaria Perla del Dragón del Río, el tesoro más codiciado y querido. Cuando Xiao Sheng se convirtió por completo en un dragón, trajo la lluvia que tanto necesitaba y talló un río como una forma de despedirse.